Ingredientes:
50 g de manteca
2 cucharadas de azúcar rubio
1 cucharada de sal gruesa
150 g de trigo burgol
½ litro de caldo de verdura
200 g de hongos
Portobello
1 atado de radicheta
vinagreta
1 échalote
1 diente de ajo
1 limón
1 cucharada de vinagre de vino blanco
2 cucharadas de aceite de oliva
6 cucharadas de queso crema
1 cucharadita de ají molido
Ciboulette picada
Sal
Pimienta negra
Preparación:
Remojar el trigo burgol en el caldo frío durante 1 hora.
Luego cocinarlo a hervor bajo hasta tiernizar (máximo 15 minutos).
Cortar la cocción con agua helada y escurrirlo en un colador de malla fina. Distribuir sobre una placa con la ayuda de una espátula para que quede todo desgranado, sin apelmazarse.
Reservar.
Retirar la cáscara de la calabaza, cortar la pulpa en trozos irregulares, colocar en una placa, espolvorear con el azúcar rubio y la sal gruesa, y rociar con la manteca derretida.
Cocinar en el horno a temperatura media hasta dorar y tiernizar.
Lavar muy bien y secar las hojas de radicheta.
Picar finamente la échalote y el ajo.
Mezclar junto con el jugo y la ralladura de la cáscara del limón, el vinagre y el ají molido, y salpimentar.
Emulsionar para que la sal se disuelva, agregar el aceite y el queso crema. Agitar hasta lograr una preparación homogénea.
Decorar con las semillas de calabaza.
En este último caso, se puede saltearlo una vez cocinado con 1 cucharada de aceite o de manteca.
Otra opción es el arroz integral o yamani.