Típico de la región mediterránea, el queso de cabra puede tener diversas texturas, desde untable a queso duro.
El haloumi, es una especie de provolone en este caso envuelto en jamón crudo y acompañado con unos imperdibles grisines de ajo y anchoas.
Ingredientes:
Zucchini en láminas. 1
Pimientos colorados. 2
Provolone de cabra. 12 bastones
Jamón crudo. 12 fetas
Harina 0000. 200 gramos
Harina integral superfina. 80 gramos
Levadura seca. 7 gramos
Agua tibia. 200 cc
Sal. 1 pizca
Aceite. 30 cc
Manteca blanda. 20 gramos
Aceite de oliva. 1 cucharada
Anchoas en aceite. 15 filetes (cortados por la mitad a lo largo)
Preparación:
Mezclar las harinas, la levadura, el agua tibia, una pizca de sal, el aceite y la manteca hasta formar una masa.
Amasar sobre la mesada enharinada hasta que quede elástica.
Poner el bollo en un bol y untarlo con aceite de oliva.
Taparlo con film y dejarlo leudar hasta que duplique su volumen.
Volver a amasar.
Cortar el bollo en 18 trozos, estirarlos y formar rollos de 1 centímetro de diámetro y 20 de largo.
Aplastarlos y colocar sobre cada uno 3 dientes de ajo y 2 trocitos de anchoa.
Volver a formar cilindros, envolviendo el relleno con la masa, cerrar las puntas y colocarlos en una asadera.
Cocinarlos en horno precalentado unos 30 minutos.
Quitarles las semillas y las nervaduras.
Grillarlos junto con las láminas de zucchini (en una plancha, parrilla o sartén) con 3 cucharadas de aceite de oliva.
Aparte, envolver los bastones de queso con el jamón, sellarlos de ambos lados en una sartén con el aceite de oliva restante bien caliente, girándolos.
Hacerlo a último momento, porque si el queso se enfría se endurece.